Carta pidiendo comentarios a la Declaración Ecuménica sobre la Paz Justa

ASUNTO: TEXTO INICIAL PARA ELABORAR UNA DECLARACIÓN ECUMÉNICA SOBRE LA PAZ JUSTA

Queridas hermanas y hermanos en Cristo:

Tengo el gusto de compartir con ustedes el “Texto Inicial para elaborar una Declaración Ecuménica sobre la Paz Justa”. Es éste el título que el grupo de redacción ha elegido para destacar tres puntos básicos:

1. Lo que tienen ante ustedes es un marco conceptual destinado a facilitar el proceso de reflexión en las iglesias miembros del CMI – y en un ámbito más amplio – sobre el significado y la práctica de una paz justa en el mundo violento de hoy. Es de esperar que estas consideraciones iniciales les inspiren y provoquen para ofrecer sus reacciones y sugerencias. Por ello, encontrarán preguntas al final de cada uno de los tres capítulos principales.

2. Su aportación es decisiva para la segunda etapa de la elaboración de una auténtica “Declaración Ecuménica sobre la Paz Justa”. Les rogamos que aprovechen todo el año 2009 para elaborar sus contribuciones y compartirlas con la Coordinadora de la Convocatoria Ecuménica Internacional por la Paz (CEIP), Sra. Nan Braunschweiger. Su dirección aparece al final del Texto Inicial. Sobre la base de sus comentarios, un segundo grupo de redacción elaborará un nuevo texto de la Declaración Ecuménica sobre la Paz Justa que se presentará después a la Convocatoria por la Paz que se celebrará del 17 al 25 de mayo de 2011 en Kingston, Jamaica.

3. Nuestra labor en la elaboración de una Declaración Ecuménica sobre la Paz Justa no se relaciona primordialmente con conceptos académicos y teorías teológicas. Se relaciona con las medidas efectivas y prácticas ejemplares que se están aplicando en nuestras iglesias. Se está realizando una gran cantidad de trabajo del que no tienen conocimiento ni la familia ecuménica más amplia ni el mundo en general. Les rogamos compartan con nosotros la descripción de estas actividades, nos indiquen los nombres de grupos comprometidos y contribuyan a la creación de redes de construcción de la paz para extender lo más posible el florecimiento de la vida sobre la tierra.

Insto a todas nuestras iglesias miembros, a sus encargados ecuménicos, seminarios y facultades de teología, grupos de acción e iniciativas ecuménicas en todos los niveles de la vida eclesial a que contribuyan a este proyecto. Que sea un ejemplo de nuestra condición de discípulos de Dios, quien envió a su Hijo como Príncipe de Paz en medio de nosotros.

Con un saludo y recuerdo en la oración,

Samuel Kobia

Secretario General
Consejo Mundial de Iglesias