Áreas temáticas
La CEIP estimulará a las iglesias y a sus teologías a reflexionar sobre la paz y la justicia y a promoverlas. El gran mandamiento de Jesús “Ama a tu prójimo como a ti mismo” es la luz que guía la reunión y sus cuatro temas principales.
Paz en la Comunidad
La paz empieza por nosotros, por nuestro prójimo.
El conocimiento de nosotros mismos y de los que nos rodean determina cómo nos relacionamos con el mundo en general.
Si, como Cristianos, creemos que la paz sobre la tierra debe comenzar en el hogar, ¿cómo asegurar esto en nuestras comunidades?
¿Cómo superar el racismo, el sexismo y otras culturas similares que violan las vidas de tantas personas?
Paz con la Tierra
La paz en la tierra incluye la paz con la tierra.
Los seres humanos están llamados a asumir su responsabilidad sobre la naturaleza. Los problemas actuales relacionados con la ecología, el cambio climático y los recursos naturales nos obligan a examinar urgentemente nuestras opiniones y acciones.
¿Cuáles son las formas cristianas de cuidar de la creación? ¿Qué pueden hacer los creyentes a nivel personal y colectivo?
Paz en el Mercado
Algunos no ven la forma de que el mercado sea pacífico, otros lo ven como un medio para la paz y la prosperidad.
Las crisis del comienzo del siglo XXI nos obligan a examinar de forma crítica nuestros supuestos fundamentales sobre la riqueza y la pobreza, sobre el crecimiento y la sostenibilidad, y sobre cómo constituyen obstáculos para la justicia y generan violencia.
¿Cuál es la función de los cristianos en los mercados del mundo, como participantes y en nuestros ministerios de reconciliación?
Paz entre los Pueblos
Trabajar por la paz es una forma de discipulado. La solución de los conflictos entre naciones, razas y religiones es un acto de fe. La interdependencia existente en el mundo actual hace que los cristianos deban evitar la violencia y promover la reconciliación de formas nuevas, pero ¿cómo?
¿Nuestra identidad incluye a los demás o los excluye? ¿Nuestra religión se identifica con el estado de derecho o con el uso de la violencia? ¿Quién permite “armas del juicio final” en la casa de Dios? ¿Están ayudando las iglesias a construir una capacidad internacional para mantener la paz y destruir la capacidad nacional para hacer la guerra?