Miembros del segundo Grupo de Redacción de la Declaración Ecuménica sobre la Paz Justa, Decenio para Superar la Violencia (DSV), se reunieron en Bogotá (Colombia), del 20 al 26 de marzo de 2010.
Diez personas de Suiza, Australia, India, Uganda, Estados Unidos de América, Noruega, Jamaica y Líbano junto con dos representantes de Colombia se reunieron en Bogotá, en su calidad de segundo Grupo de Redacción de la Declaración Ecuménica sobre la Paz Justa. Tras superar algunas dificultades como la obtención de visados, el retraso de los vuelos y la pérdida de una maleta que nunca llegó a destino, nos reunimos y aprendimos a conocernos unos/as a otros/as en torno a una tarea que estuvo dirigida con eficacia por el Dr. Konrad Raiser. Renate Sbeghen, de Ginebra, se encargó del orden del día y de los documentos, y el resto del equipo contribuyó con gran ahínco, energía, dedicación y un entusiasmo inagotable.
Para los participantes colombianos esa visita tan especial los llenó de satisfacción dado que los extranjeros suelen tener miedo de visitar nuestro país. Algunos medios de comunicación describen a Colombia como un país violento, donde el narcotráfico, los grupos armados ilegales, los secuestros, los “falsos positivos” (como se denomina eufemísticamente a las matanzas extrajudiciales) y los delitos comunes, son el pan de cada día. Sin embargo, Colombia es un hermoso país donde, en medio de la compleja situación social, podemos encontrar gente que trabaja por la transformación del país y actúa en favor del cambio para que todos los ciudadanos puedan gozar de sus derechos básicos. Asimismo, cabe señalar que hay iglesias y organizaciones ecuménicas cuya misión incluye una labor profética mediante acciones concretas por la paz, la reconciliación, el perdón, la transformación de los conflictos, la superación de experiencias traumáticas, la justicia y la reparación, a diferentes niveles y con diferentes sectores de la población.
La labor y la reflexión diaria del equipo se vieron esclarecidas por las visitas que efectuaron a varias iglesias y programas por la paz, así como gracias a la participación de varios dirigentes de iglesia, hombres y mujeres, que compartieron importantes experiencias de su trabajo en favor de la paz y la noviolencia. Entre esas experiencias cabe mencionar el apoyo jurídico y espiritual, los programas de desarrollo patrocinados por las iglesias y destinados a personas desplazadas por el conflicto armado; la tarea de alojar y acompañar durante su tratamiento médico a personas con discapacidades (adultas, jóvenes, niños y niñas) causadas por minas terrestres en zonas rurales de Colombia; los programas de alimentación para niños y niñas en riesgo; la investigación y la información sobre personas víctimas de desapariciones forzosas y asesinato; la formación en noviolencia, salud, traumas y reconciliación, así como la asistencia a personas cuyas vidas corren peligro y tienen que abandonar el país por razones de seguridad. Todas estas experiencias son ejemplos de los esfuerzos en favor de la paz de iglesias menonitas, luteranas, católicas romanas y presbiterianas, así como del programa de los cuáqueros “Alternativas a la violencia”, en su empeño de ser testigos del Evangelio de Jesucristo Estos ejemplos ayudaron a nuestros visitantes a conocer de primera mano la complejidad sociopolítica del país. Agradezco a nuestros oradores colombianos: Pastor Jairo Suárez (luterano), Jenny Neme (Directora de JustaPaz), Padre Leonel Narváez (católico romano), Peter Stucky (Iglesia Menonita), Lissi Hansen y Alba Arrieta (Hogar Presbiteriano y Programa “Alternativa a la Violencia”) el haber compartido sus ricas experiencias de promoción de la paz durante los momentos devocionales y las visitas.
En esta actividad del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), en el marco del DSV, la reflexión desde la perspectiva de la realidad colombiana fue un aporte muy positivo a la elaboración del documento sobre la paz justa y permitió reafirmar la urgencia de esa tarea, que necesita tener en cuenta los principios de la vida y los derechos humanos. Siguiendo las orientaciones del Dr. Raiser, se aportaron valiosas contribuciones a la Declaración que esperamos constituya un importante paso adelante. Este documento se someterá a la aprobación del Comité Central del CMI y más tarde a la de la Convocatoria Ecuménica Internacional por la Paz que se celebrará en Kingston (Jamaica) en mayo de 2011.
En la aportación de este grupo a la Declaración Ecuménica sobre la Paz Justa se define la paz justa como una larga e interesante peregrinación que da frutos y se construye en comunidad. Esa peregrinación necesita el compromiso de todos y tiene como objeto fortalecer los instrumentos civiles y políticos que permitan transformar los conflictos a todos los niveles mediante medios noviolentos y promover las condiciones necesarias para una paz justa a nivel mundial. Requiere la cooperación de la sociedad civil que también está interesada en defender los derechos humanos. Exige responsabilidad por los recursos naturales, la dignidad humana y la educación para la paz. Además, es una peregrinación a la que se unen muchas tradiciones religiosas y personas de buena voluntad, convencidas de la urgencia de promover una cultura de paz.
Esperamos que la Declaración Ecuménica sobre la Paz Justa sea aprobada por la Convocatoria Ecuménica Internacional por la Paz en Jamaica, y que tenga como resultado un amplio consenso en relación con un proceso en el que las voces de todas las tradiciones y personas de buena voluntad puedan hacerse oír y que expresen el deseo a su vez de comprometerse en ese proceso.
"Cuán hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz,…" Isaías 52:7
Alba Luz Arrieta Cabrales, Colombia
Consultora para la Declaración Ecuménica sobre la Paz Justa
Representante Jurídica del Programa Alternativa a la Violencia
Desde la publicación de nuestro último número de Fragmentos de paz, se llevaron a cabo o habrán de celebrarse las siguientes consultas en el marco del proceso que conduce a la CEIP:
Desde que se publicó nuestro último número de Fragmentos de Paz, se efectuaron las siguientes visitas de Cartas Vivas:
Para más información sobre las visitas de Cartas Vivas que han tenido lugar hasta el presenta consulte nuestro sitio Web.
Las cosas han avanzado rápidamente desde que se publicó el último número de Fragmentos de Paz gracias a un intenso período que siguió a las diversas decisiones tomadas por el Comité Ejecutivo del CMI en su reunión que tuvo lugar a comienzos del presente año.
Se están preparando los planes para el Día Mundial por la Paz que se celebrará el 22 de mayo de 2011, o sea durante la celebración de la Convocatoria Ecuménica Internacional por la Paz. La organización de ese Día está a cargo de nuestros coorganizadores de la Conferencia de Iglesias del Caribe (CCC) y el Consejo de Iglesias de Jamaica (JCC) bajo el lema “Día caribeño” y los participantes podrán asistir a una amplia serie de eventos organizados a nivel local.
En esta ocasión especial desearíamos invitar a la familia cristiana de todo el mundo a organizar celebraciones simultáneas con las que se organizarán en Kingston y los instamos a anotar esta fecha en sus calendarios eclesiales de 2011, y a utilizar algunos o todos los elementos propuestos para unirse como una comunidad de fe mundial empeñada en alcanzar la paz. El material propuesto incluye canciones, oraciones, reflexiones bíblicas e intercesiones así como un cartel para promover ese día especial, que pueden descargarse del sitio Web de la CEIP. Estamos muy entusiasmados ante la idea de unirnos con iglesias de todo el mundo de corazón y en espíritu ese día, de estar juntos en nuestro testimonio común bajo el lema de la CEIP Gloria a Dios y Paz en la Tierra.
Se han enviado invitaciones a las iglesias miembros para designar sus candidatos como representantes. Y se prevé el envío en breve de otras invitaciones a quienes han participado en los procesos preparatorios del DSV y la CEIP, así como a nuestra comunidad ecuménica más amplia.
Asimismo cabe destacar que hay lugares disponibles para las personas y los representantes de grupos y redes relacionados con las iglesias que participan en esfuerzos en favor de la paz. Un formulario de solicitud de inscripción así como las directrices para la participación pueden descargarse aquí. El plazo para el envío de candidaturas, solicitudes y respuestas es el 1 de septiembre: la confirmación se enviará antes del 1 de noviembre, tras lo cual comenzarán las inscripciones.
Ha habido una respuesta abrumadora a la invitación de presentar propuestas para los talleres Reasoning, y nuestros coordinadores están examinando con mucho cuidado cada propuesta para garantizar un programa de talleres amplio, global- y al mismo tiempo equilibrado – en Kingston. Estamos deseando terminar el proceso de selección, y esperamos poder enviar las confirmaciones para finales de agosto.
Los nuevos materiales incluyen:
La Guía de Estudio y los carteles están disponible en versión impresa, y toda la documentación puede descargarse de: http://www.overcomingviolence.org/resources.html.
Extracto de una reflexión bíblica por Said Ailabouni procedente del folleto 2009 del CMI: "La Paz: imaginála.
EL SIGNIFICADO DE LA PAZ
Una reflexión desde Palestina e Israel
SABEEL
Juan 14:25-31
En este pasaje del Evangelio de Juan, Jesús está preparando a sus discípulos para lo que ha de venir: su propia muerte. Les da palabras de seguridad y una de sus promesas es la promesa de paz. ¿Qué es esta paz que Jesús promete?
Queda claro que la paz a la que se refiere no es algo que esté presente en este mundo. Ciertamente no estuvo presente en el mundo de la época de Jesús que vivió bajo la opresión del poder de Roma. Y no está presente 2000 años después, cuando esta parte del mundo está bajo la dominación del poder militar estadounidense e israelí. Debe haber algo más en la promesa que hace Jesús.
En esta tierra de Palestina e Israel somos testigos de una tenacidad (sumoud en árabe) que permite al pueblo mantener la fe aunque haya experimentado cuarenta años de opresión. Esta tenacidad se asemeja a la paz. La vemos en la forma de actuar de un niño cuando juega en medio de la suciedad en un puesto de control y que el soldado con su arma en alto no ve porque lo protege la mirada de amor de su madre. La vemos en las familias que celebran una boda con alegría aunque muchos de los que participan tienen que dejar los festejos porque su permiso ha expirado y otros están ausentes porque nunca se les concedió el permiso para participar. La vemos en nuestras iglesias que se reúnen para orar aunque cada vez sean menos en número debido a que muchos cristianos emigran a causa de la ocupación. Nuestra fe se ve fortalecida por el testimonio de nuestro pueblo, y tratamos de imaginar la mis
[Más información...]