Con gran entusiasmo y profunda expectativa las iglesias de la Conferencia de Iglesias del Caribe (CCC) y el Consejo de Iglesias de Jamaica (JCC), juntamente con la comunidad jamaicana y caribeña, han comenzado la preparación de la Convocatoria Ecuménica Internacional por la Paz (CEIP), que se celebrará en Kingston (Jamaica). Reconocemos la abrumadora responsabilidad que hemos asumido, pero estamos empeñados en que la Convocatoria sea una experiencia memorable, que signifique un cambio para la vida de todos los que participen y de todos los que posteriormente puedan vivirla por medio de los informes y los relatos de los participantes. Nos congratulamos de la colaboración de Nan Braunschweiger, la coordinadora de la CEIP recientemente designada, y estamos seguros de que nuestra relación de trabajo será estimulante y enriquecedora.
El año 2009 es muy significativo para nosotros en la región del Caribe. El foco de atención del DSV de este año está centrado en el Caribe, y, en ese contexto, compartiremos próximamente algunos recursos litúrgicos que permitan ayudar a observar el Día Internacional de Oración por la Paz. El foco de atención en el Caribe, sumado a la planificación de la CEIP han influido en la decisión de que el Comité de Planificación de la CEIP y el Grupo de Referencia del DSV se reúnan en Kingston (Jamaica), del 16 al 25 de abril de 2009. Esta reunión será una experiencia de primera mano en tanto nos preparamos para el trascendental acontecimiento de 2011. Necesitamos de las oraciones de todos para que podamos avanzar sin tropiezos en el proceso de planificación.
El Caribe reconoce la parte que le corresponde del crimen y la violencia. La región ha tenido una historia de violencia que se remonta al período de la esclavitud institucional durante la época colonial y poscolonial. Actualmente, muchos de nuestros territorios caribeños se sienten muy interpelados por el aumento del crimen y la violencia, que en gran parte es el resultado del tráfico ilícito de drogas, de las actividades relacionadas con el crimen organizado o de las personas que no han aprendido a resolver sus conflictos sin violencia.
En Jamaica, nuestro Gobierno y los cuerpos de seguridad, a pesar del relativo éxito que han tenido, continúan arrostrando esa realidad, particularmente la afluencia de armas de fuego ilícitas a nuestra querida isla y su gran disponibilidad. Estamos profundamente preocupados por la cantidad de jóvenes varones que participan en ese comportamiento antisocial, así como por la cantidad de familias, escuelas y comunidades que se ven afectadas por el monstruo de la delincuencia. Reconocemos que será necesario un enfoque multilateral para hacer frente a este ingente desafío, y que la iglesia será un agente clave para llevar adelante esa iniciativa.
A pesar de esos difíciles problemas, existe una situación paradójica que hace que los amigos que vienen a visitar nuestra región se sientan inspirados por el espíritu cálido y servicial de nuestro pueblo y el dinamismo de nuestra cultura. Y, a pesar de los problemas con los que nos vemos enfrentados, continuamos aportando importantes contribuciones a la comunidad mundial. De ahí que sea posible entender el lema de nuestro país "Jamaica No Problem". Sabemos lo que significa esforzarnos por que nuestros problemas no nos impidan avanzar. En medio de las dificultades sabemos lo que significa ser portadores de la esperanza que está en el centro del Evangelio de Jesucristo. La fe ha sustentado a nuestros padres y madres, y a nuestros antepasados, y continua sustentándonos hoy en nuestro empeño en favor de la paz. Estamos ansiosos por compartir con todos ustedes esta esperanza en 2011.
Pastor Gary Harriott
Secretario General
Consejo de Iglesias de Jamaica
La Violence Prevention Alliance (Alianza para la Prevención de la Violencia) - Sección de Jamaica (VPA) es una red de organizaciones gubernamentales, no gubernamentales y basadas en la comunidad que se esfuerzan juntas por prevenir la violencia.
El Consejo de Iglesias de Jamaica es miembro de pleno derecho de la Alianza (hyperlink) y su secretario general, pastor Gary Harriott, junto con la coordinadora de la CEIP, Nan Braunschweiger, tuvieron el privilegio de participar en la inauguración de un centro de aprendizaje de vida, el Learning For Life Centre, en Hannah Town, una de las comunidades de Kingston más desfavorecidas, presa de la violencia.
El Centro es un laboratorio con cuatro computadoras que cuenta con programas en línea de alfabetización y de enseñanza de conocimientos básicos destinados principalmente a los jóvenes varones de la región. Esos programas ya se llevan a cabo con éxito en otros lugares de la isla. Está situado estratégicamente en la comisaría de Hannah Town para ayudar a los jóvenes a tener una relación positiva con la policía. Un programa de actividades deportivas también ayuda a aumentar la participación de los jóvenes en el Centro y a crear relaciones de colaboración solidaria.
Se dispone de asistencia para ayudar a los jóvenes a adquirir las competencias necesarias, por ejemplo, para presentar solicitudes de empleo, rellenar formularios, redactar sus CV, etc. Esas competencias están adaptadas generalmente a las necesidades de cada persona. El objetivo es construir una paz duradera en comunidades desgarradas por la violencia mediante la capacitación que permita obtener empleo a jóvenes en situación de precariedad, que podrían, de otra manera, sentirse atraídos por la participación en actividades violentas.
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Se han previsto hasta el presente en 2009 las siguientes consultas de expertos:
Cartas Vivas son pequeños equipos ecuménicos que visitan un país para escuchar, aprender y compartir experiencias y problemas en relación con la erradicación de la violencia y la construcción de la paz, así como para orar juntos por la paz en la comunidad y en el mundo. Cada equipo está compuesto de cuatro a seis mujeres y hombres de distintas partes del mundo que han sido testigos de situaciones de violencia en sus diversas formas y están comprometidos en iniciativas en favor de una paz con justicia. Un equipo de Cartas Vivas tiene éxito cuando aquellos a quienes visita pueden afirmar "¡no estamos solos!"- y cuando los miembros del equipo sienten que han recibido mucho de aquellos a quienes han visitado con objeto de darles ánimo.
Los equipos de cartas vivas expresan la solidaridad de las iglesias y las personas que viven en un contexto de violencia y tienen que hacer frente a penosas experiencias concretas de violencia, y comparten ideas y métodos útiles para superar la violencia. Los equipos profundizan los contactos ecuménicos entre las iglesias, los consejos nacionales de iglesias y las organizaciones y redes conexas, y crean vínculos entre las congregaciones, los grupos de estudiantes y de jóvenes, las instituciones teológicas y otras instituciones relacionadas con las iglesias que deseen hacer aportaciones para la redacción de una Declaración Ecuménica sobre la Paz Justa.
Desde que se publicó nuestro último número de Fragmentos de Paz, tuvieron lugar las siguientes visitas de Cartas Vivas:
Sudáfrica - 5 al 12 de noviembre de 2008
Para más información sobre las visitas de Cartas Vivas, consulte nuestro sitio Web
En la segunda mitad del año pasado, concluyó el mandato del primer Grupo de Redacción tras dar término a la redacción de las "Afirmaciones preliminares a una Declaración Ecuménica sobre la Paz Justa". En diciembre de 2008, este documento se envió a las iglesias miembros del CMI, los consejos nacionales de iglesias, las instituciones teológicas y otras organizaciones conexas, pidiéndoles que nos hagan llegar sus comentarios antes de finales de 2009. Se realizó un esfuerzo especial para atraer a muchas personas de la red del DSV.
A finales del primer semestre del año próximo se constituirá el segundo Grupo de Redacción que se encargará de revisar el documento actual, o de escribir una nueva declaración, sobre la base de los comentarios que habrán presentado las iglesias miembros, los consejos nacionales de iglesias, las instituciones teológicas, los grupos ecuménicos y las personas interesadas. Se prevé que este Grupo de Redacción se reúna dos o tres veces. El segundo proyecto de Declaración Ecuménica sobre la Paz Justa estará pronto a finales de 2010 para que pueda ser recibido por la CEIP en Jamaica en mayo de 2011.
Para leer el texto integral de la primera versión de la Declaración, pulse aquí (pdf).
Pasaje de un documento presentado por el padre Stavros Kofina con ocasión de la Segunda Conferencia Internacional de Jóvenes, celebrada en Estambul (Turquía)
En un cartel colgado en un edificio de una de las principales avenidas de Atenas se pudo leer durante los últimos meses un anuncio escrito con grandes letras rojas: ¡NO ESTÁIS SOLOS! No cabe duda de que el cartel expresa una de las mayores preocupaciones actuales. La soledad ha sido y es una de las vivencias humanas más comunes de todas las épocas. Sin embargo, parecería que nuestra sociedad moderna, y particularmente la civilización occidental, la han colocado en el primer plano. Se la considera como la causa de muchas de las enfermedades de que adolece nuestra sociedad: el suicidio, el alcoholismo, la toxicomanía, las enfermedades psicosomáticas e incluso los accidentes automovilísticos. Lo cierto es que la sociedad actual nos obliga a vivir nuestra soledad en una forma que no podemos eludir. Nuestro estilo de vida no solo crea, sino que expresa y alimenta la soledad, que nos desconcierta y acongoja profundamente. Es una fuente de destrucción que, al mismo tiempo que tratamos de evitar, procuramos preservar.
Existe un grado importante de soledad en la experiencia humana en común que no es universal. En ese primer nivel, quienes se ven bendecidos por una vida familiar feliz, el éxito profesional, colegas que son amigos no se sienten solos como es el caso de quienes están distanciados de sus familias y de sus seres queridos, de quienes no tienen hogar o son víctimas de la pobreza, y de quienes están socialmente marginados o viven en regiones asoladas por la guerra.
Existe otro nivel de soledad que es común a todos. Es la "soledad" como experiencia humana "universal". Por supuesto, hay variantes en esta vivencia. Lo que hace que una persona se sienta sola en occidente puede que no sea lo mismo que lo que experimentan otras personas que se sientan solas en oriente. Existe una soledad que es la vivencia de muchas mujeres (y que los hombres tienen dificultad en entender) al igual que existe una soledad que sólo los hombres experimentan (y que algunas mujeres no pueden entender). Nosotros, los adultos mayores, sentimos la soledad de forma diferente que ustedes que son jóvenes, y el hecho de que no podamos comprender todo el sentido de esa diferencia es una de las principales causas de la distancia entre las generaciones. Con objeto de salvar esa distancia, debemos tener en cuenta que, en todas las edades de nuestra existencia, tenemos que dar respuesta al mismo misterio de la conciencia humana: "¿Quién soy? ¿Cuál es mi lugar? ¿En quién puedo confiar? Al hacerlo, tratamos de afirmar nuestro ser personal en relación con el mundo que nos rodea. Nos esforzamos por encontrar un equilibrio entre la singularidad de nuestro ser (nuestro "yo") y el mundo de relaciones interpersonales (el "nosotros"), y tomamos conciencia de las fronteras y los límites de nuestra condición humana. Lo que es común a todos nosotros es que, en esa búsqueda de la identidad personal, nos enfrentamos con la separación y la muerte, la nostalgia y la soledad, de las cuales la peor es la soledad.
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