25.11.09 09:16 Antiguedad: 2 yrs

Atraer la atención sobre Colombia

 

La iglesia debe defender los derechos del pueblo colombiano de manera rotunda y persistente dijo Joseph Donnelly, representante de Caritas Internacional ante la ONU.

 

Por Mark Beach (*)

 

Durante casi cuatro horas, activistas eclesiales participantes en la Semana de Incidencia en las Naciones Unidas organizada por el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) en Nueva York, examinaron a fondo las tragedias e injusticias del sangriento conflicto de Colombia.

 

Los hechos y las cifras son convincentes y los relatos, personales.

 

Han sido asesinadas miles de personas. Un número cada vez mayor de niños han quedado mutilados o han muerto a causa de minas terrestres de fabricación casera camufladas como juguetes y de bombas sin explotar.

 

Padres e hijos han sido secuestrados y asesinados por los grupos paramilitares y las guerrillas. Se han perdido tierras, muchas personas han huido y multitud de mujeres y niños han quedado abandonados. Colombia tiene la segunda tasa más alta del mundo de desplazados dentro del país.

 

Mientras tanto, en la acera de enfrente del Centro Intereclesial donde se celebró la Semana de Incidencia, en las amplias instalaciones de la ONU, la tragedia de Colombia apenas aparece en la pantalla del radar de la situación mundial.

 

"Cada vez que nos reunimos con ellos, preguntamos: ¿Qué hay sobre Colombia?", dijo al grupo Joseph Donnelly, representante de Caritas Internacional ante la ONU. "No quieren oír hablar de ello, y responden: 'Ya está bien de Colombia’."

 

En la misma reunión, el obispo Juan Alberto Cardona, de la Iglesia Metodista de Colombia, dijo que mientras las iglesias de Colombia están luchando por resolver el conflicto y buscan la paz, las iglesias de todo el mundo tienen una función que todavía no están desempeñando. El grupo de activistas eclesiales apasionados y empeñados probó el amargo sabor de la realidad de lo mucho que aún queda por hacer para desmantelar la injusticia.

 

La Semana del CMI de Incidencia Pública en las Naciones Unidas, celebrada en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, del 15 al 20 de noviembre, reunió a activistas eclesiales de todo el mundo para examinar varios temas, especialmente la situación de las personas desplazadas por el cambio climático, las preocupaciones de los pueblos indígenas de todo el mundo y la persistencia de la violencia en Colombia. Ofreció también una ocasión para que los activistas entablaran contactos con funcionarios de distintas misiones diplomáticas ante la ONU.

 

El ideal de una paz con justicia

 

El deseo ardiente de llevar la paz con justicia a Colombia se reflejó en la media docena de ponencias que lideres y activistas eclesiales de Colombia y otros países presentaron a unos 80 participantes durante el segundo día de las reuniones de la Semana de Incidencia Pública.

 

Jenny Neme, directora del Centro Cristiano para Justicia, Paz y Acción Noviolenta (JUSTAPAZ) y miembro de la Iglesia Menonita de Colombia, dijo al grupo que, hace más de un decenio, las iglesias del país comprobaron que “no habían sido ni la luz ni la sal que necesitaba Colombia".

 

Desde entonces, las iglesias han establecido un plan para buscar la paz con justicia en Colombia mediante la educación de las comunidades y las iglesias a nivel local sobre la situación, mediante la continuación de la reflexión teológica y, de forma especialmente dolorosa, mediante la documentación de los sufrimientos en la sociedad, sobre todo entre los cristianos.

 

El grupo de JUSTAPAZ ha publicado ahora un cuarto informe de 100 páginas en el que se documentan, a veces con detalles gráficos, los sufrimientos de las iglesias protestantes colombianas.

 

Donnelly habló sobre los pequeños pasos que se han dado para persuadir a la ONU a que preste atención a Colombia. La Corte Penal Internacional dirige cada vez más su mirada a Colombia, afirmó. Sin embargo, es posible que esto se deba, más que a otras razones, a las pocas condenas que está consiguiendo en su trabajo actual en la región de los Grandes Lagos de África.

 

Aún así, cuando se trata de la defensa de los derechos, la iglesia debe ser rotunda y persistente, dijo Donnelly. Hay hoy casi cinco mil organizaciones no gubernamentales acreditadas ante la ONU, cada una de las cuales tiene su tarjeta de acceso a los locales de la organización. Mostrando su propia tarjeta de la ONU al grupo, dijo: "Y ni siquiera esto nos garantiza el acceso."

 

Pero si la iglesia deja de ser constante y persistente, pocas semanas después de una visita, se olvidan de ella. Donnelly recordó que, en los primeros tiempos de la ONU, la iglesia colaboró con los líderes mundiales para elaborar la Carta de los Derechos Humanos, cuyo sexagésimo aniversario se celebró en 2008.

 

El obispo Cardona, en una entrevista concedida después de su intervención, dijo que la iglesia mundial tiene una importante función que desempeñar. "En primer lugar, la iglesia puede elevar una voz profética", afirmó.

 

En segundo lugar, "la iglesia puede anunciar la buena nueva de la equidad en el evangelio“, continuó. "En Colombia la iglesia impregna a toda la sociedad y es responsable del punto de vista profético."

 

"En cuanto al Consejo Mundial de Iglesias, puede realizar su actividad de incidencia pública al más alto nivel para que podamos encontrar una solución negociada a esta situación", señaló.

 

En cierto sentido, el compromiso de las iglesias para con Colombia entra así directamente en los salones de la ONU.

 

El Centro Intereclesial, donde se celebran las reuniones de la semana de incidencia pública y que hospeda la oficina de enlace del CMI con la ONU, los metodistas unidos, los presbiterianos y otras instituciones, está situado en la acera de enfrente de los edificios de la organización internacioal. En las calles cercanas se hallan las sedes de otros organismos y oficinas de iglesias, como las de los cuáqueros y los menonitas.

 

Donnelly dijo que la iglesia puede tener acceso a la ONU y puede ejercer un impacto, pero esto requiere tiempo; y cuando pides una reunión, te advierten: "Venga usted con hechos."

 

"Lo que hace falta es que seamos más contundentes, es preciso estar allí constantemente", añadió.

 

(*) Mark Beach es director de comunicaciones del CMI.

 

Iglesias miembros del CMI en Colombia

 

Visita de Cartas Vivas del CMI a Colombia, diciembre de 2008

 

Más sobre la Semana del CMI de Incidencia en las Naciones Unidas

  

Galería de fotografías 

 

Grabaciones de discursos e intervenciones en la Semana de Incidencia en las Naciones Unidas

 

 

Las opiniones expresadas en las Crónicas del CMI no necesariamente reflejan posiciones oficiales del Consejo. Este material puede ser reproducido libremente dando el debido crédito al autor.