Iglesias de todo el mundo participarán en gran movilización por la paz
El Comité Ejecutivo del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) aprobó a comienzos de marzo planes concretos para movilizar a iglesias de todo el mundo en favor de la paz. Lo que se espera sea una gran movilización de iglesias de todo el mundo en favor de la paz culminará en una Convocatoria Internacional Ecuménica por la Paz a comienzos de mayo de 2011 y en una Declaración Ecuménica sobre una Paz Justa.
Como parte del plan aprobado, cerca de 50 equipos ecuménicos visitarán, entre 2007 y 2011, iglesias confrontadas con situaciones de violencia. Estos equipos, enviados como "cartas vivas", serán una expresión concreta de solidaridad, así como una iniciativa destinada a compartir ideas y aprender unos de otros. Se prevén tres visitas como mínimo en 2007 y unas 15 visitas al año entre 2008 y 2010.
El plan incluye una serie de consultas de expertos en colaboración con institutos de investigación y organizaciones no gubernamentales, así como una invitación a las facultades y seminarios de teología a contribuir a la redacción de la Declaración. Un objetivo fundamental es lograr que participen grupos y organizaciones que ya están trabajando por la paz dentro o en relación con las iglesias. Dada su experiencia y compromiso, éstos pueden hacer una significativa contribución al proceso. Por otra parte, también se espera lograr contribuciones de artistas.
Geiko Mueller-Fahrenholz, teólogo alemán que está coordinando la Convocatoria Internacional Ecuménica por la Paz (CIEP), en la que está prevista la aprobación de la Declaración, considera que "el objetivo es llegar a tantos grupos interesados de las iglesias como sea posible e invitarlos a aportar sus contribuciones a la Declaración en forma de textos, oraciones, canciones, ilustraciones u otras obras".
Las fechas previstas para la Convocatoria son del 4 al 11 de mayo de 2011, en un lugar que aún no se ha determinado. Su lema será "Gloria a Dios y paz en la Tierra". Se prevé la participación de unos dos mil representantes de iglesias, organizaciones y redes, así como de otras religiones. En septiembre de 2007, el Comité Ejecutivo del CMI decidirá el lugar en el que tendrá lugar el evento.
La Convocatoria y la Declaración responden a una petición de la IX Asamblea del CMI, que tuvo lugar en febrero de 2006 en el Brasil. La Convocatoria marcará la conclusión del Decenio para Superar la Violencia: las iglesias en pos de la reconciliación y la paz 2001-2010, organizado por el CMI.
Y me visitaron...
En la estrategia de movilización prevista, la propuesta de "cartas vivas" ocupa un lugar central y se basa en experiencias ecuménicas recientes, como las visitas pastorales a las iglesias de los Estados Unidos tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, y a las iglesias libanesas durante los ataques israelíes en 2006, así como en una campaña de visitas de iglesia a iglesia durante el Decenio Ecuménico de Solidaridad de las Iglesias con las Mujeres 1988-1998.
Los organizadores de la CIEP explican que "teniendo en cuenta que las iglesias se enfrentan con diversas formas de violencia: guerras civiles, conflictos en las familias, luchas entre religiones o destrucción del medio ambiente, el hecho de poder entablar contactos significativos con hombres y mujeres de otros contextos que tienen problemas similares puede ser una forma de expresar apoyo y de ayudar a encontrar nuevos enfoques".
Los organizadores esperan asimismo que, mediante esas visitas -tres en 2007 y 15 al año a partir de 2008 hasta 2010-, las iglesias puedan comprometerse con el proceso preparatorio de la Convocatoria y contribuir a la redacción de la Declaración.
Lo que podemos afirmar juntos
La Declaración Ecuménica sobre una Paz Justa no pretende ser una "declaración ecuménica consensuada", dice Mueller-Fahrenholz. Será, más bien, "un acto de testimonio público y una afirmación de inquebrantable esperanza en medio de un mundo desgarrado por la violencia". Sin pretender "hablar en nombre de cada uno", la Declaración será un intento de "hablar a todo aquel que esté dispuesto a escuchar".
La Declaración será un "texto teológico y espiritual" en el que se abordarán seis ámbitos principales de preocupación: la impresionante realidad de la autodestrucción humana; la violencia de género e intergeneracional; la utilización que hace la industria del entretenimiento de la fascinación por la violencia; la violencia contra la naturaleza; las ramificaciones mundiales y las expresiones estructurales de la violencia inherente a la injusticia económica; el secular flagelo de la guerra que sigue destruyendo la vida de innumerables personas en todo el mundo.
Mueller-Fahrenholz destaca que, como expresión del testimonio ecuménico en favor de la paz, la Declaración "debe incluir el reconocimiento de que, a lo largo de los siglos, las iglesias cristianas han ejercido una gran medida de violencia, sea contra las mujeres o las clases 'bajas', sea contra los 'herejes' o los 'paganos', sea para justificar guerras, racismo, esclavitud, explotación económica u otras formas de opresión".
Y añade: "También se harán esfuerzos para lograr la participación de representantes de otras religiones en la búsqueda de ministerios de paz que nos permitan no sólo vencer la desconfianza y los prejuicios, que son generalizados y crecientes, sino también luchar contra las recientes tendencias de transformar los conflictos políticos en confrontaciones religiosas".
Sitio de la Convocatoria Internacional Ecuménica por la Paz