11.05.10 17:36 Antiguedad: 2 yrs

Tomando el pulso al movimiento ecuménico

 

Los encargados de asuntos ecuménicos de las iglesias desempeñan una función decisiva en el progreso del ecumenismo en una época en que sus recursos son escasos y aumenta la tendencia a mirar sólo por sí mismos.

 

"Los considero a ustedes como el grupo que está más cercano a nosotros en nuestro trabajo diario", dijo el secretario general del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, a una reunión de encargados de asuntos ecuménicos de las iglesias, el martes, 4 de mayo.

 

Habiendo sido él mismo encargado de asuntos ecuménicos, Tveit destacó la importancia decisiva de la labor de dichos encargados: "Servir a las iglesias en su respuesta al llamamiento a buscar la unidad cristiana, fomentar las oportunidades de las iglesias para ser una en la fe, la oración y el servicio, estimular su testimonio en favor de la justicia y la paz: son éstas ciertamente tareas enormes, muchas veces, muy exigentes".

 

Unos 55 encargados de asuntos ecuménicos pertenecientes a otras tantas iglesias y procedentes de todo el mundo se reunieron en el Instituto Ecuménico de Bossey, cerca de Ginebra, del 4 al 6 de mayo. La red de encargados de asuntos ecuménicos de las iglesias miembros del CMI se reúne una vez al año, alternando reuniones mundiales y regionales.

 

Caminando por los senderos del ecumenismo

 

La Rvda. Grace Moon, de la Iglesia Presbiteriana de Corea, consideró "increíblemente útil" el encuentro con sus colegas encargados de asuntos ecuménicos. Era la primera vez que asistía a una reunión de este tipo, y descubrió una gran riqueza de ideas sobre distintas cuestiones. "He podido aprender metodologías ecuménicas para afrontar, por ejemplo, las cuestiones de género”, afirmó.

 

Aunque "la mayoría de los coreanos no conocen el movimiento ecuménico y el CMI, viven en su vida eclesial diaria las tres dimensiones de la visión ecuménica del CMI: unidad, testimonio y servicio", señaló Moon. La Iglesia Presbiteriana de Corea es miembro del Consejo Nacional de Iglesias de Corea, que hospedará la 10ª Asamblea del CMI en Busan, Corea, en 2013.

 

Para Moon, el movimiento ecuménico no consiste en estructuras, sino en un proceso continuo: "Se relaciona con la vida de las iglesias", dijo. Uno de sus desafíos, como encargada de asuntos ecuménicos, es transmitir a los fieles y a los dirigentes la visión de que el ecumenismo "no consiste en un programa que ha de cumplirse o en resultados que han de alcanzarse, sino en abarcar la diversidad de las tradiciones cristianas". "Ésta es la idea más valiosa que hemos recibido del CMI", añadió Moon.

 

Esta reunión fue también la primera a la que asistió el Metropolita Mor Eustathius Matta Roham, del Patriarcado Ortodoxo Sirio de Antioquía y de Todo el Oriente. Aunque, como miembro del Comité Central CMI, está muy al corriente de los debates que se sostienen en estas reuniones, consideró el encuentro muy útil, apreciando, en particular, la forma de compartir la información sobre la próxima Convocatoria Ecuménica Internacional por la Paz que tendrá lugar en Kingston, Jamaica, del 17 al 25 de mayo de 2011. La Convocatoria será la culminación del Decenio del CMI para Superar la Violencia, 2001-2010.

 

Los cuatro temas en los que se centra la Convocatoria – paz en la comunidad, con la tierra, en el mercado y entre los pueblos – son muy pertinentes en el contexto de Oriente Medio, dijo Matta Roham. "Por ejemplo, cuando hablamos de la paz en la comunidad, hablamos sobre nuestro prójimo y, desde un punto de vista cristiano, es éste un concepto que abarca a todos los seres humanos, a todas las comunidades, no sólo a las más cercanas o a las que viven junto a mi".

 

Paz entre los pueblos se traduce también de forma muy concreta en el contexto de Oriente Medio. "Vemos guerra entre naciones y competencia por las armas nucleares", dijo Matta Roham. "Sin embargo, no necesitamos armas nucleares en ningún país de Oriente Medio, sino desarrollar tecnologías que contribuyan al bien común".

 

El Rev. Juan Abelardo Schvindt, de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (Argentina, Uruguay y Paraguay), dijo que la participación en la reunión de encargados de asuntos ecuménicos le había permitido informarse sobre los esfuerzos que realiza el CMI para reorientar su labor programática y redefinir su programa. "Hemos aprendido cómo el CMI está tratando de encontrar su lugar en un mundo y en un panorama eclesial que han cambiado", afirmó.

 

Uno de los mayores desafíos con que se encuentra Schvindt como encargado de asuntos ecuménicos es la necesidad de "reconstruir la confianza" entre los actores ecuménicos a fin de elaborar un programa renovado. La vitalidad del movimiento ecuménico de los años 70 y 80 padeció las mismas presiones de la tendencia a mirar sólo hacia dentro en las iglesias. "Lo que se trata no es de suprimir las propias identidades de las iglesias, sino de encontrar un espacio de convergencia en el que puedan cooperar y expresar su unidad de forma visible", señaló.

 

Otro desafío es la escasez de recursos, dijo la Rvda. Dra. Gail Allan, de la Iglesia Unida del Canadá. "Todo el mundo lucha por trabajar con una capacidad reducida", señaló. En parte, la disminución de los recursos se debe a un conservadurismo creciente que afecta a la sociedad canadiense y repercute en la financiación no sólo de las iglesias, sino también de las ONG.

 

Esta escasez "puede ser realmente una oportunidad", dijo Allan, "ya que es un desafío para intensificar nuestro testimonio profético conjunto, que al final puede resultar fortalecido". Esta opinión, junto con una serie de signos esperanzadores, como el aumento de los miembros del Consejo Canadiense de Iglesias, justifica el optimismo de Allan.

 

El fuerte denominacionismo es el mayor desafío para el movimiento ecuménico en Ghana, dijo el Rev. Dr. Samuel Ayete Nyampong, de la Iglesia Presbiteriana de Ghana. "Esta tendencia a vernos a nosotros mismos como diferentes de los demás nos divide", dijo Ayete. "Tenemos que crear vínculos ecuménicos más fuertes para que podamos sacrificar nuestro interés egoísta y reunir recursos e ideas juntos; deberíamos vernos a nosotros mismos como pertenecientes a una sola comunidad en Cristo".

 

La reunión con los colegas encargados de asuntos ecuménicos permitió a Ayete a escuchar relatos de otras iglesias y a aprender de sus desafíos. "Puedo llevar a mi iglesia información que no habría recibido si yo no hubiera venido aquí", dijo Ayete. "Enterarse de que otros están pasando por trances similares hace que los africanos no nos sintamos solos".

 

Decenio del CMI para Superar la Violencia

 

Convocatoria Ecuménica Internacional por la Paz