Decenio para Superar la Violencia: "Ingenuos como Jesús"
Orando por la paz en el mundo, en el marco de las actividades del DSV durante la asamblea de Porto Alegre
Por Manuel Quintero (*)
"Llevar la preocupación por la paz y la reconciliación de la periferia al centro de atención de las iglesias es uno de los propósitos centrales del Decenio para Superar la Violencia (DSV)", declaró aquí el pastor Hansulrich Gerber, coordinador de esa iniciativa en el Consejo Mundial de Iglesias (CMI).
El Decenio, que entró en su segunda mitad, relaciona a las iglesias, las organizaciones ecuménicas y los movimientos de la sociedad civil en sus esfuerzos para superar distintos tipos de violencia, y se enmarca en un esfuerzo mayor: la Década de Naciones Unidas para una Cultura de Paz y No Violencia para los Niños del Mundo.
La pastora Dra. Ofelia Ortega, presidente del CMI por América Latina, se refirió a los esfuerzos encaminados por las iglesias latinoamericanas para enfrentar la dramática situación de violencia en esa región, que es el foco especial de atención del Decenio durante 2006.
"Uno de los énfasis es el trabajo con la juventud, especialmente en América Central, donde la presencia de bandas juveniles, llamadas maras, es uno de los aspectos más trágicos de la violencia social", dijo.
"También estamos desarrollando una campaña de educación para la paz y hemos elaborado un código de conducta con diez mandamientos para ayudar a superar la violencia doméstica", añadió.
En 2007, el foco del Decenio será Europa. Como lema para ese año se ha elegido una frase de la oración atribuida a Francisco de Asís: "Haz de mí un instrumento de tu paz", explicó el pastor Dr. Fernando Enns, de Alemania.
Enns también señaló la importancia de desarrollar una teología de la paz justa. "Si el único instrumento con que usted cuenta es un martillo, no tardará en ver todas las cosas como clavos. Necesitamos una reflexión teológica que nos ayude a contar con varios instrumentos para enfrentar los problemas", dijo.
El pastor Dr. Geiko Müller-Fahrenholz, quien ha sido designado para organizar una Convocatoria Ecuménica por la Paz Justa en 2011, recordó que la preocupación por la paz es algo central en la fe cristiana.
"El llamamiento a superar la violencia puede parecer ingenuo, como ingenuo pudo parecer aquel llamado de Jesús a sus discípulos de vencer el mal con el bien," apuntó. "No se trata de que la violencia vaya a desaparecer, sino de superarla cada día en nuestras vidas y en la vida de las iglesias."
Müller-Fahrenholz añadió que es preciso superar el debate que coloca a la paz y la justicia como categorías separadas y excluyentes. "Debemos mantener en relación lo político, lo económico y lo ecológico. Y encarar también los problemas de violencia de género y la industria del entretenimiento violento."
(*) Manuel Quintero, de Cuba, es director del programa Frontier Internship in Mission con sede en Ginebra, Suiza.
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