Irak: guerra "desastrosa" debe terminar; víctimas necesitan que iglesias las ayuden y aboguen por ellas, afirma el secretario general del CMI
En una declaración con motivo del cuarto aniversario de la invasión de Irak el próximo 19 de marzo, el secretario general del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), pastor Dr. Samuel Kobia, advierte que habrá "más muerte y destrucción" porque "quienes auspiciaron esta guerra trágica insisten en continuar con sus actividades militares".
"Oímos el clamor del pueblo iraquí, las mujeres, los niños y los civiles inocentes que sufren y están desesperados de dolor", dice Kobia, citando estudios que informan de más de 600 mil víctimas iraquíes como consecuencia directa e indirecta de la violencia acontecida desde la invasión en 2003, víctimas que se suman a los más de 1,6 millones de refugiados desplazados por la guerra.
Esta situación "exige que las iglesias continúen no sólo asistiendo y apoyando a las víctimas de esta guerra desastrosa, sino también hablando en su nombre e intensificando las intervenciones en favor de la paz con los gobiernos y los órganos intergubernamentales".
Kobia elogia el alentador "renacimiento del sentimiento antibélico en todo el mundo [y] especialmente en Estados Unidos", donde las iglesias "son llamadas a dar testimonio de Jesucristo, la vida del mundo". Además, apela a las iglesias miembros del CMI "para que oren e intercedan por el pueblo de Irak ante Dios, a fin de que acabe la guerra que les ha sido impuesta y prevalezca la paz con justicia y dignidad".
El secretario general del CMI recuerda que en 2003 "la política de llevar las cosas al límite y la arrogancia del poder triunfaron sobre la razón y la sensatez", mientras los llamados a la prudencia hechos por iglesias, la sociedad civil y la comunidad internacional "fueron ignorados con desdén".
En aquel momento, el comité ejecutivo del CMI dijo que la guerra era "inmoral, desacertada e infringía los principios de la Carta de las Naciones Unidas". El comité advirtió que causaría una "crisis humanitaria de gran envergadura con un sufrimiento humano indescriptible, en especial para los niños de Irak, derramamiento de sangre, pérdida de propiedades, destrucción del medio ambiente y dilapidación de recursos valiosísimos". El órgano del CMI también alertó que la guerra "reforzaría y polarizaría la división y el odio entre las comunidades, lo que se traduciría en una mayor desestabilización de la región".
Kobia observa que "cuatro años después, todo esto se ha hecho realidad". Hoy día, Irak "está sumido en el caos", con "firmes indicios de que el país puede fragmentarse, provocando más confusión y sufrimiento humano". En particular, "las tensiones y el conflicto étnico y sectario" están llevando al país "al borde de una guerra civil".
Sólo un "sistema federal de gobierno que satisfaga las aspiraciones de las tres comunidades" -sunitas, chiíes y kurdos- puede evitar "el caos, la confusión y una sangría incluso peor que la que vivimos actualmente". Para lograr "una fórmula equitativa y justa de distribución del poder", son necesarios "cambios, concesiones y, sobre todo, comprensión y paciencia" de todas las partes.
El texto completo de la declaración del secretario general del CMI está disponible en inglés en:
La presidente por Norteamérica del CMI, pastora Dra. Bernice Powell-Jackson, predicará este viernes 16 de marzo en la Catedral Nacional en Washington, DC, como parte de la movilización Testimonio Cristiano por Paz en Irak ("Christian Peace Witness for Iraq"). Ver:
Más información sobre el CMI y la guerra de Irak está disponible aquí:
wcc-coe.org/wcc/what/international/iraq-s.html