La reconciliación exige verdad, justicia y perdón, dice un grupo de trabajo ecuménico
Un grupo de expertos ecuménico internacional destacó la contribución y la función de las iglesias en los procesos de reconciliación en todo el mundo, en una reunión pública de información y debate celebrada en Ginebra, Suiza, el 19 de febrero.
El debate, que tuvo lugar en el contexto de la reunión del Comité Ejecutivo del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) celebrada del 16 al 20 de febrero, fue el primero de una serie de contribuciones patrocinadas por el CMI al Año Internacional de la Reconciliación proclamado por las Naciones Unidas en 2009.
En vista de las crisis múltiples y convergentes que afectan al mundo de hoy, se necesita urgentemente la voz profética de las iglesias, dijo el P. Miguel d'Escoto Brockman en un mensaje video que inauguró las presentaciones. D'Escoto, que es el presidente del 63º período de sesiones de la Asamblea General, dijo que los cristianos tienen que elevar su voz en un claro lenguaje profético porque estas crisis están enraizadas en una crisis moral más fundamental.
Aunque la verdad es evidentemente una condición previa indispensable para la reconciliación, ésta es, a su vez, una condición previa para una paz duradera, dijo el Rev. Kjell Magne Bondevik, que presidió la reunión del grupo. A pesar de ello, Bondevik, que es el moderador de la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales del CMI, puso de relieve el dilema en que frecuentemente se debaten las iglesias entre la justicia, por una parte, y la paz, por otra.
Para el Rev. Dr. Setri Nyomi, secretario general de la Alianza Reformada Mundial, no puede existir un dilema entre la justicia y la paz, ya que no se puede alcanzar esta última sin la primera. Nyomi destacó los casos de la Comisión de verdad y reconciliación de Sudáfrica y del Consejo Interreligioso de Liberia como contribuciones ejemplares basadas en la fe a los procesos de sanación y reconciliación. Hoy en día, afirmó, las iglesias se enfrentan con el desafío de reconciliar a sociedades fragmentadas como consecuencia de un sistema económico mundial impulsado por la codicia.
El Arzobispo Silvano Tomasi, observador permanente del Vaticano ante las Naciones Unidas en Ginebra, puso de relieve la función del perdón, -cambio interno transformador de la persona- en los procesos de reconciliación. Tras subrayar que la palabra "perdón" ni siquiera se menciona en la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas por la que se declara 2009 como Año Internacional de la Reconciliación, Tomasi afirmó la función decisiva del perdón en la reconciliación. Esta abre las puertas a posibilidades que los políticos no pueden alcanzar por sí solos, declaró.
La Rvda. Dra. Margaretha Hendriks-Ririmasse, vicemoderadora del Comité Central del CMI, expuso la experiencia concreta de iglesias involucradas en procesos de reconciliación entre divisiones religiosas en las Islas Molucas de Indonesia. Al comienzo del conflicto de 1999-2004 entre las poblaciones cristianas y musulmanas en la región, las iglesias no sabían qué hacer. Pero reaccionaron rápidamente y, juntamente con las comunidades musulmanas, fueron capaces de aprovechar la larga tradición de ayuda y cooperación recíprocas.
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