Una boliviana comparte la teología indígena de la “sacralidad de la vida en la Madre Tierra”
Sofía Chipana Quispe forma parte de la primera generación de su familia que ha nacido en la ciudad. Sus padres emigraron de las zonas rurales de los Andes a La Paz, Bolivia, antes de que ella naciera en 1952.
A pesar de haber crecido en un entorno urbano, Sofía Chipana se ha convertido en una prominente portavoz de la teología indígena que valora vivir en dignidad y respetando el carácter sagrado de la tierra y de todas las formas de vida.
Chipana pudo compartir parte de su sabiduría y experiencia como coordinadora de un taller sobre esta perspectiva teológica que tuvo lugar el jueves, segundo día de la Convocatoria Ecuménica Internacional por la Paz (CEIP), que actualmente se celebra en Kingston, Jamaica.
Durante la segunda jornada de la CEIP, que estuvo consagrada al tema de la “Paz en la comunidad”, Chipana ofreció, junto con otros dos representantes del pueblo aymara de Sudamérica, una reflexión sobre la paz basada en valores ancestrales que les han acompañado a lo largo de generaciones y que les han ayudado a establecer relaciones armoniosas y pacíficas en sus comunidades.
"Qullan suma qamaña, Taika Utasana" (Una vivencia digna y sagrada, en la Gran Casa Madre Tierra) fue el título elegido por el equipo aymara para estudiar de qué manera se puede mantener la dignidad incluso en las situaciones actuales caracterizadas por la injusticia.
El equipo explicó que el concepto de "ayllu" ofrece valiosas pistas para una visión holística de la paz. “Ayllu" es una comunidad en la que existe una interrelación e interdependencia entre la Madre Tierra y todos los seres vivientes. “Todo forma parte de todo”, afirmó Chipana.
Celebración de la justicia
Para las comunidades andinas, los ritos, la celebración y la práctica de la justicia son muy importantes, ya que mediante el rito se establece la paz. “Es la manera de restaurar la paz”, precisó Chipana.
"Durante mi niñez, incluso viviendo en la ciudad, mis padres siempre me mantuvieron en contacto con mis abuelos en el campo”, explicó Chipana, al hacer referencia a las influencias en su vida que han contrarrestado las presiones del entorno urbano.
Cualquier perspectiva de paz constituye, para el pueblo andino, la búsqueda de un equilibrio y una armonía entre todos los seres que comparten el mismo espacio.
Según Vicenta Mamani Bernabé, una de las coordinadoras del taller, la búsqueda de la paz justa tiene lugar a tres niveles: los ritos, las festividades y la experiencia de la justicia.
Mamani y Chipana forman parte de la Comunidad de Teólogas Indígenas de Abya Yala, un grupo que cuenta con el apoyo del Consejo Mundial de Iglesias.
Tras haber empezado a trabajar como misionera católica romana, Chipana vivió durante varios años con el pueblo quechua de las regiones andinas. “Esa experiencia fue decisiva para definir mi espiritualidad, ya que me hizo redescubrir la relación integral que cada persona tiene con la creación de Dios”, explicó Chipana.
La espiritualidad andina está totalmente vinculada a la “Pachamama”, la Madre Tierra. Pero también se caracteriza por las normas éticas que instan a vivir esos valores en la comunidad y por las expresiones de solidaridad con los demás.
En muchas situaciones de conflicto o necesidad, el apoyo viene de los miembros de la comunidad. “Pedir y recibir ayuda constituye una parte importante en la construcción de unas relaciones más igualitarias”, concluyó Chipana.
Más información sobre la sesión plenaria de la CEIP sobre Paz en la comunidad
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