04.10.11 14:23 Antiguedad: 153 days

¿Te imaginas un mundo sin armas nucleares?

 

Abolition 2000, una coalición de unas 2.000 organizaciones partidarias de abolir las armas nucleares se reunió en Ginebra, el 16 de septiembre.

Por Jonathan Frerichs (*)

 

A juzgar por las encuestas, si preguntas a alguien si se imagina un mundo sin armas nucleares, la mayoría de las personas responderá que sí. Tal es lo que ocurre incluso en los países que las tienen, según la Campaña Internacional por la abolición de las Armas Nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés), una nueva iniciativa de la sociedad civil dedicada a la idea de un mundo sin armas nucleares.

 

Sin embargo, los gobiernos que tienen armas nucleares reflejan algo distinto. Su política y sus gastos indican que “bueno…, tal vez un día…, pero decididamente no será en esta era”.

 

De todos modos, el 16 de septiembre de 2011, una coalición de unas 2.000 organizaciones partidarias de abolir las armas nucleares se reunió en Ginebra. El programa de este evento incluía una mesa redonda con representantes de la sociedad civil, auspiciada por el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), para examinar las perspectivas para el desarme nuclear.

 

Es evidente que tras años de escasos progresos, hoy está creciendo el apoyo a la abolición de las armas nucleares. Actualmente, 133 Estados Miembros de las Naciones Unidas están a favor de una convención sobre este tipo de armas, según Alyn Ware, una neozelandesa que moviliza a parlamentarios de diversos países.

 

“El éxito de otros tratados relacionados con las armas y lo absurdo de mantener arsenales de armas nucleares en un mundo más interconectado y más interdependiente que nunca, evidencian la tendencia”, dijo Ware. El principal objetivo de ICAN es una convención que prohíba las armas nucleares.

El derecho humanitario internacional: argumento contra las armas nucleares

 

Cada vez se atribuye más atención al carácter ilícito de las armas nucleares. “Contamos con el Tribunal Penal Internacional”, dijo a la audiencia Tim Wright, de ICAN, en el Centro Ecuménico de Ginebra. “Hemos de recordar a nuestros líderes que si utilizan un arma nuclear, podrían ser juzgados.”

 

Wright instó a los grupos de la sociedad civil a cuestionar las armas nucleares, tomando como referente el derecho humanitario internacional, a fin de que se liberen de las empresas involucradas en la producción de armamento nuclear, y a cuestionar de forma directa a los estados que tienen armas nucleares, pues por ley están obligados a perseguir el desarme nuclear, y sin embargo están modernizando su arsenal.

 

La oradora Jackie Cabasso, de la Western States Legal Foundation, de los Estados Unidos, describió el problema de la modernización como “menos unidades, pero más nuevas”. Recientemente, en los Estados Unidos, se prometieron más de 200.000 millones de dólares estadounidenses  para mejorar y ampliar el complejo nuclear. Se acordaron los fondos a fin de ganar el apoyo bipartito al nuevo tratado START del año pasado entre los Estados Unidos y Rusia. Esa negociación dio un giro a un modesto tratado de reducción de armas, convirtiéndolo en una costosa medida contra el desarme, puntualizó Cabasso.

 

La oradora Alice Slater, de Nuclear Age Peace Foundation, se centró en el costo y las consecuencias de la energía nuclear. El terremoto, el tsunami y la catástrofe nuclear de este año en Fukushima, Japón, ponen en entredicho los 500 reactores nucleares de 30 países, así como otras 60 centrales en construcción. Cada uno de estos reactores constituye una “fábrica de bombas”, subrayó Slater.

 

Encomió la reciente decisión de los Gobiernos de Alemania, Italia, España  y Suiza de cerrar sus centrales nucleares. Slater señaló que harían falta 3,8 millones de molinos de viento para atender a las necesidades mundiales de energía. “Habida cuenta de que cada año se fabrican 7,3 millones de automóviles, construir esa cantidad de molinos es factible”, añadió.

 

Los alcaldes de 100 ciudades del Japón hoy se muestran a favor de que Asia nororiental se convierta en una zona libre de armas nucleares (ZLAN), dijo Akira Kawasaki, de Peace Boat, una organización no gubernamental del Japón. “Las ZLAN constituyen un modelo de seguridad sin armas nucleares”, dijo, en especial en relación con regiones como Asia nororiental y Oriente Medio, que padecen una situación de inseguridad crónica. Otras seis regiones del mundo ya se encuentran bajo la protección de estas zonas.

 

Regina Habel, científica alemana, dijo que la proliferación de misiles balísticos se debe a las mismas razones que las armas nucleares. Añadió que los países recurren a un mismo argumento: “Las mías son buenas. Las vuestras, malas”. Si un país aumenta el alcance, la movilidad o la capacidad de ocultamiento de sus misiles, es muy posible que sus adversarios traten de hacer lo mismo.

 

Además, tanto por lo que respecta a los misiles como a las armas nucleares, el mayor poder militar, Estados Unidos, es el principal “motor”. Sin embargo, no hay un tratado global para el control de los misiles, puntualizó Habel. Habel representa a una asociación internacional de ingenieros y científicos que se oponen a las armas nucleares.

 

El CMI y sus iglesias miembros en los seis continentes defienden la eliminación total de las armas nucleares y persiguen la adopción de medidas concretas para la consecución de ese objetivo.

 

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(*) Jonathan Frerichs, responsable de las actividades del CMI para Desarme nuclear y Paz, es miembro de la Iglesia Evangélica Luterana en América.

 

Más información sobre el compromiso de las iglesias para el control de las armas nucleares

 

Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares

 

Abolition 2000: Global Network to Eliminate Nuclear Weapons

 

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